En Trust and Support buscamos la eficiencia máxima en nuestro trabajo y dedicamos la menor cantidad posible de recursos económicos a los gastos de gestión necesarios para el desarrollo de nuestras actividades. Esta política busca garantizar que las aportaciones económicas realizadas por quienes nos apoyan efectivamente llegan a la gente que lo necesita.

En este aspecto, nuestro compromiso es llegar a dedicar el 95% de nuestro presupuesto al desarrollo de nuestra labor social, empleando únicamente el 5% restante para gastos administrativos, garantizando así mismo, en cuanto eso sea posible, que los donativos realizados por particulares se destinen íntegramente a nuestros proyectos y no a los gastos que genera el mantenimiento de toda organización. Nuestro objetivo es que éstos sean cubiertos con los beneficios que reporten las actividades productivas desarrolladas desde nuestras iniciativas de desarrollo económico-social, y/o con las subvenciones que logremos captar de financiadores gubernamentales, agencias internacionales de cooperación, empresas...

Hoy, la realidad es que ninguno de nuestros colaboradores percibe honorario alguno por su trabajo. NINGUNO. Únicamente hasta ahora, las educadoras que trabajaron en nuestro proyecto Munakuy y los profesores que lo hacen ahora en Aulas de Apoyo, han recibido una gratificación que hemos intentado fuera siempre justa. De hecho ésta siempre ha sido más alta de lo que en Perú se marca como mínimo interprofesional. En este aspecto, y aunque resulte trístemente inusual, buscamos y buscaremos siempre dar verdadero valor al esfuerzo y dedicación de quienes trabajan a nuestro lado. Más allá incluso de ese que dicta el “mercado”.